Cómo prevenir los miedos en niños y adolescentes.
Hoy sabemos que los problemas de ansiedad y miedo suelen comenzar en la adolescencia o al inicio de la etapa adulta.
Las experiencias que los hijos viven dentro de la familia a la hora de abordar los miedos y su gestión son claves para su futuro.

“La confianza en uno mismo siempre es una conquista personal”
Para tener niños y adolescentes que no sufran problemas relacionados con el miedo hemos de construir con ellos la confianza en sus propias capacidades personales a través de las experiencias cotidianas y concretas.
Capacidades que están ahí pero que hemos de ayudar a descubrir y utilizar. Hemos de incentivar a nuestros hijos a enfrentarse a situaciones y obstáculos que puedan superar en primera persona, sin nuestra ayuda.
Una estrategia es crear cada día a nuestros hijos un pequeño problema que resolver o un obstáculo a superar. De esta manera educamos en el descubrimiento.
Descubrir es un placer puesto que nos permite encontrar desafíos y la oportunidad de superarlos.
Lamentablemente la tendencia es la contraria, la de proteger a nuestros hijos e incluso hacer por ellos cosas que podrían por si mismos. Los adultos, en ocasiones, buscamos hacer la vida más fácil al niño, demasiado fácil, allanándole el camino frente a cada obstáculo o interviniendo enseguida que aparece un posible peligro. No nos damos cuenta que esto impide que el niño y adolescente descubra e incremente sus capacidades personales, ya que al final siempre encuentra alguien que lo hace en su lugar.
La confianza en uno mismo siempre es una conquista personal.
Cuando ayudamos y protegemos continuamente volvemos a los hijos inseguros e incapaces. Formamos jóvenes frágiles y candidatos al miedo patológico.
De esta manera los padres cuando hiperprotegemos a un hijo nos convertimos en responsables de su inseguridad y quizás, incluso, de que se llegue a crear en él una fobia.
La ayuda y la protección no solicitadas no sólo no ayudan, sino que perjudican, porque no permiten al niño y adolescente tener las experiencias de éxito necesarias para superar dificultades y obstáculos que la vida propone. Solamente estas experiencias concretas, vividas en primera persona, producen la confianza en los propios recursos.
No significa dejarlo a su suerte, sino evitar intervenir si no lo pide.
La mejor manera de prevenir patologías relacionadas con el miedo (fobias, ansiedad, obsesiones…) es educar a los hijos en el placer del descubrimiento de las propias capacidades y de los recursos personales, afrontando las dificultades y superando obstáculos.
Norman Vicent Peale creador de la teoría del pensamiento positivo decía:
“La excesiva cautela, daña: evitando las cosas que temes te expones a molestas consecuencias. Normalmente es más sabio afrontar experiencias que pueden parecer espantosas, aún a riesgo de recibir golpes. Es probable que te parezcan menos duros de lo que creías. O quizás los encontrarás muy duros, pero te darás cuenta de que eres capaz de absorberlos”
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Exploradora y constructora de realidades. Acompañante en la gestión de emociones. Emprendedora. Inquieta. Hortelana. Madre equilibrista.